Cuando se nos propuso comercializar las tarjetas “rasca y gana”, hemos de reconocer que al principio eramos bastantes escépticos respecto al interés que pudiera tener este producto, para nuestros clientes y para el mercado en general. No obstante, al hacer una ligera búsqueda en Google, nos quedamos atónitos por lo que encontramos. Resulta que se presentaron ante nosotros un montón de páginas en donde se ofertan las tarjetas “rasca y gana” con un sinfín de promociones, ofertas, regalos y premios. Esto fue básicamente lo que nos decidió a incluirlas en nuestro catálogo como un producto más de Pulseras ID.

Bien pensado, las tarjetas “rasca y gana” son eminentemente un objeto lúdico, un juego. Y está en nuestra naturaleza, desde nuestra primera infancia, el gusto por jugar. Por ello somos muy pocos los que nos resistimos a aceptar una tarjeta y muchos menos los que, con ella en las manos, no intentamos obtener el posible premio que estas encierran. En definitiva, obtener una tarjeta es una invitación a jugar.

Esto lo han comprendido muy bien gran número de empresas y marcas, que usan este juego para sus promociones, como un elemento más de sus campañas o para la fidelización de sus clientes, entre otras acciones de marketing. Y sobre todo porque es un producto económico que, inteligentemente usado, puede producir importantes beneficios. Son un elemento esencial para establecer una mejor relación con los clientes, a la vez que promueven mayor fidelización y expanden mejor la marca o imagen del negocio.

Creemos que no es necesario especificar que se trata de unas tarjetas que rascando las zonas previamente señalizadas pueden ofrecer premios, servicios u ofertas. Para ello es el cliente quien tiene que decidir la escala de premios se van a ofrecer, valorarlos en su conjunto y decidir cuántas tarjetas va a necesitar para su distribución. También si todas las tarjetas irán premiadas o solo algunas, así como si la modalidad de dicha distribución, de forma gratuita, a partir de ciertas consumiciones o servicios, etc.

Cuando se nos propuso comercializar las tarjetas “rasca y gana”, hemos de reconocer que al principio eramos bastantes escépticos respecto al interés que pudiera tener este producto, para nuestros clientes y para el mercado en general. No obstante, al hacer una ligera búsqueda en Google, nos quedamos atónitos por lo que encontramos. Resulta que se presentaron ante nosotros un montón de páginas en donde se ofertan las tarjetas “rasca y gana” con un sinfín de promociones, ofertas, regalos y premios. Esto fue básicamente lo que nos decidió a incluirlas en nuestro catálogo como un producto más de Pulseras ID.
Diversos diseños de tarjetas «rasca y gana»

A partir de aquí solo hay que indicar la cantidad de tarjetas que se necesitan, su diseño y dónde va incluido el número de premios que hay que imprimir en ellas. En el caso de que no tuviera un diseño determinado nosotros le ofreceremos un diseño personalizado, sin coste añadido. Al igual que los portes, que también están incluidos en el precio.

Un factor importante a tener en cuenta es que se pueden incluir en las tarjetas dos o más zonas rascables, por el mismo precio. Con ello se pueden crear más combinaciones y juegos para rascar.

Las tarjetas son de material estucado brillo, plastificado a una cara y las zonas para rascar van recubiertas de tinta plateada opaca de gran cubrimiento. Su tamaño es aproximadamente el de las tarjetas de visita: 84 x 55 mm. En pedidos especiales se puede utilizar un tamaño mayor, de 80 x 148 mm.

Cada modelo de tarjetas se sirve por separado, para que el cliente pueda tener en todo momento el control de los premios repartidos en la campaña.

Las tarjetas «rasca y gana» son el vehículo adecuado para:

Fidelizar al cliente ofreciéndole un regalo o un servicio añadido.

Promocionar ciertas marcas o productos.

– Realizar descuentos para asegurarnos que volverán a utilizar nuestros productos o servicios.

– Realizar sorteos promocionales.

– Como tarjetas regalo sorpresa.

¡Hay tantas opciones como tarjetas!

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